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| Intervención neuropsicológica en demencias |

La Organización Mundial de la Salud define la demencia como:

» un síndrome debido a una enfermedad del cerebro, de naturaleza crónica o progresiva, en la que hay déficits en múltiples funciones cognitivas. Se acompaña de deterioro del control emocional, del comportamiento o de la motivación. Estas pérdidas son mayores que en un envejecimiento normal y suficientemente graves como para afectar a las actividades cotidianas que la persona realizaba previamente.”

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Desde la neuropsicología la intervención se centra en seis áreas fundamentales:

  • Cognición: los síntomas de un deterioro son principalmente cognitivos. Con alteración en la orientación, memoria, lenguaje, orientación, reconocimiento de objetos, capacidad de aprendizaje, toma de decisiones… Tras una valoración neuropsicológica exhaustiva se traza un plan de intervención individualizado para mejorar el rendimiento cognitivo.

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  • Conducta: los síntomas psicológicos y conductuales asociados a la demencia (de los que hablo en otra ocasión) son la agitación, alucinaciones, delirios, apatía …. Se realiza una primera aproximación no farmacológica a través de un análisis funcional y adecuado manejo conductual. Sin embargo, en ocasiones no se puede evitar la necesidad de aumento de fármacos o su dosis, que suele ocasionar más efectos secundarios.

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  • Emoción: alteraciones emocionales como síntomas depresivos y ansiógenos aparecen frecuentemente en las demencias. Las manifestaciones más frecuentes en la depresión son: llanto, sentimientos de culpa, de inutilidad o de suponer una carga para los demás. En el caso de que por alteración del lenguaje no puedan expresarse, pueden observarse cambios en el sueño o en los hábitos alimenticios. Además, la ansiedad puede reflejarse en dificultades para concentrarse, molestias gástricas, sentimientos de temor… En estos casos se debe reducir la estimulación excesiva, los ruidos y los cambios, todo lo que pueda confundir y provocar estrés.

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  • Conciencia: durante las primeras fases de la demencia existe una falta de conciencia de enfermedad (anosognosia), donde el paciente no reconoce los déficits y pueden dar lugar a episodios de agitación.

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  • Funcionalidad: el curso de la enfermedad es inevitablemente progresivo e irreversible con periodos de estabilidad y periodos de deterioro rápido. Poco a poco se va perdiendo la capacidad de ser independiente: la habilidad de autocuidado,  vestirse, asearse, comer o ir al lavabo. La intervención se centra en reducir el impacto de las condiciones discapacitantes y permitir alcanzar un nivel óptimo de integración social.

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  • Familia: se ofrece a los cuidadores un espacio donde puedan aflorar experiencias, sentimientos y situaciones similares, donde se trabajan diferentes aspectos que engloban la figura del cuidador (comunicación eficaz, pensamiento disfuncional, autoestima, efectos del cuidado, el duelo, técnicas de relajación…).

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Si quieres ampliar información o solicitar una intervención neuropsicológica para un caso de demencia, no dudes en ponerte en contacto en mi consulta de Psicología | Neuropsicología en Logroño, La Rioja.